«Escribir es el eslabón que forma mi estabilidad diaria, el sustento de una persona que nunca termina de conocerse».
Estudiante de Comunicación Audiovisual y Nuevos Medios + Publicidad Creativa en la universidad Camilo José Cela.
Crecí en el Colegio Los Sauces, la Moraleja; y aprendí a no conformarme y ser siempre la mejor versión de mi misma.
Publiqué mi primer libro en el verano de 2021, Recuperar tus lunares, y así pude deshacerme de lo que pesaba y desabrazar la culpa de quien no supo decir te quiero a tiempo.
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¡Un capítulo de mi libro!
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Escribir siempre había sido mi salida de emergencia, mi forma de guardar todo lo que siempre quise decir, pero no dije. La literatura es una espada de doble filo, es mirarle a los ojos al miedo y ser capaz de enfrentarte a los tuyos propios, y así ayudar a otros a compartir sus propias batallas.
Los humanos tenemos un agravio propio, un eterno conflicto con el futuro, con la insatisfacción que produce no ser lo que queremos, o no conseguir lo que nos habíamos propuesto. Y tenemos que aprender a aceptar que a veces, solo a veces, tenemos que ser felices con menos. Disfrutar el proceso de recrearnos a nosotros mismos y obviar el resentimiento que produce el inconformismo.
Por eso escribir, para mí, es un chaleco salvavidas que me ha enseñado que hay que aceptar el inconformismo, para disfrutar el viaje de ida a la versión de nosotros mismos que queremos ser.
Recuperar tus lunares siempre ha sido y será una promesa que hice un 14 de febrero, pero que ahora ha mudado a sueño. Es mi propio autoconocimiento, la propiocepción de alguien que había huido de sí mismo. Es una visión panorámica del amor adolescente, de la infragilidad que puede llegar a sentir alguien cuando se desnuda.
"Y eso es lo que hace justamente esta narradora: nombrar la vulnerabilidad hasta naturalizarla, esculpir esa dimensión tan genuina que conocemos con el nombre de literatura".
"La arquitectura también vive en un poema".
El 20 de febrero de 2022, se publicó en la sección Estación de Cultura del periódico digital Madrid Actual un artículo sobre Recuperar tus lunares.
Juan Montero Martín escribió con extraña sutileza sobre mi escritura. Supo plasmar en su artículo mi inclinación por la literatura, el afecto que siente un escritor con el tacto del bolígrafo y el papel.
Tal y como se inscribe en al artículo: «Recuperar tus lunares (Editorial Círculo Rojo, 2021), un libro que se atreve a recuperar los buenos modales, la elegancia, el saber estar». Recogiendo las letras de Juan, he intentado ahornar las palabras, jugar con sus sentidos y formas para construir desde los cimientos un sentimiento propio, la limerencia.
«Se nos explica cuán importante es entenderse para entender, recordar para seguir haciendo camino, relatar para dejar constancia de lo que acaeció.» – Recuperar tus lunares es una acepción, un recorrido por el autoconocimiento, esa exigencia de lucidez para reconocerse a uno mismo.
He explotado la indefensión hasta derrotar el significado de la palabra, he brindado con la normalización de perderse para encontrarse y de explotar la pena hasta que se deshaga. Como escribe Juan, «Y eso es lo que hace justamente esta narradora: nombrar la vulnerabilidad hasta naturalizarla, esculpir esa dimensión tan genuina que conocemos con el nombre de literatura».
Este libro fue un impulso en sí mismo, fue la lenta cocción de un intento de contaros que yo también pase de espina a rosa. «Recuperar tus lunares lo forman poemas, narraciones y cartas, pero lo vertebra la energía de quien ha entendido la responsabilidad que hay en el acto de crear». – Pero, la realidad es que lo forman las incomodidades, el rojo de la puesta de sol y el querer intermitente de un amor a quema ropa.
Recuperar tus lunares es una parte de mí, pero desde que di a luz, es también una parte de vosotros, son mis agravios transformados en ternura.
Hoy el día amanece tibio, porque hoy podemos contar una historia, podemos hablar, un día más, un año más, de la palabra. Yo no
¿Quién soy yo para hablar de esto? No lo sé. Pero a veces, o casi siempre, a los que escribimos nos pasa eso. Nos nace
Queridos lectores, Esta semana no sé muy bien sobre qué escribir. En mi mente han deambulado temas muy diversos, desde contaros qué significó otro libro
Recuperar tus lunares siempre ha sido y será una promesa que hice un 14 de febrero, pero que ahora ha mudado a sueño. Es mi propio autoconocimiento, la propiocepción de alguien que había huido de sí mismo. Es una visión panorámica del amor adoleste, de la infragilidad que puede llegar a sentir alguien cuando se desnuda.
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