Queridos lectores,
Esta semana no sé muy bien sobre qué escribir. En mi mente han deambulado temas muy diversos, desde contaros qué significó otro libro para mi, hasta hablaros de la emoción contenida en la presentación del pasado 24 de octubre. Pero he preferido dejar estos temas en la recamara.
Ahora mismo os escribo desde la altura de la segunda fila de un avión. Como de costumbre (y lo agradezco), tengo la suerte de poder mirar los países que surcamos por el aire desde esta pequeña ventanilla. A mano izquierda tengo a mi padre, que intenta recuperar horas de sueño. Pero a su lado hay otro hombre. No conozco su nombre ni él el mío, solo sé que es piloto de Rynair con base en Malta y está en sus días de vacaciones, como mi padre, y ha estado en Madrid haciendo un curso. Lleva su uniformidad para poder volar como pasajero. Lee con mucha atención un libro en inglés. Supongo que la gente que lee despierta siempre mi curiosidad.
Si abrimos un paréntesis puedo contaros que este verano hice un viaje a Mallorca, un drumwit. Allí, en una de esas placidas tardes leyendo con las últimas brisas de sol que recibía aquella piscina medio deshecha, un joven apareció y se tumbó con su amigo en las tumbonas contiguas a las nuestras. Capturó mi atención desde el mismo instante en el que vi el libro que llevaba con él, Un psicólogo en un campo de concentración de Victor Frankl. No mucho tiempo atrás yo había tenido la oportunidad de leer aquel libro para una asignatura. No pensaba que me fuera a gustar, pero terminó siendo mejor de lo que parecía. Entre las últimas briznas de sol me atreví a preguntarle qué le estaba pareciendo el libro. No sabía quién era. Y él no sabía quién era yo. Supongo que la magia de la literatura es esa, conectar.
Mientras yo os escribo, el piloto maltes sigue leyendo, presionando demasiadas veces el botón de su bolígrafo, subrayando desordenadamente y escribiendo en los márgenes palabras que no alcanzó a leer.
El dichoso libro que está llamando mi atención tanto, tanto como para dejar una prueba de mi curiosidad enfermiza es sobre la salud, he alcanzado a leer una de las reseñas que incorpora, y decía algo como this book is a guide for having a better control of health… Mi curiosidad aumenta ahora que sé que se trata de un libro de prevención. Ni siquiera sé si esa es la palabra adecuada para calificarlo. Querido lector, ¿Tu por qué leerías un libro para aprender a cuidar tu salud y prevenir enfermedades? Yo lo tengo muy claro, si tuviera miedo o hubiera pasado miedo. Ahora necesito saber qué le ha pasado o qué le está pasando para leer este libro.
Sin duda la salud nos mueve, ¿qué somos sin ella? Hoy, mientras hacía la maleta terminaba un capitulo más de la serie que estoy viendo. Sí, los que escribimos también consumimos productos audiovisuales. Una joven estaba a punto de fallecer y su último deseo era que la escucharan. Está muy enferma y no quiere irse con la culpa, necesita liberarse de todo el mal que sus espaldas cargan, vaciarse de miedos y de secretos. Y ahora yo te pregunto lector, ¿qué es lo último que harías antes de morir?